Nuestra Catalina ya tiene un juguete genial lleno de colores y de caras conocidas y familiares que puede morder, investigar y sacar y meter de sus anillas a su antojo, y como tiene tantas caritas, lo hemos repartido entre la cama y el coche, y le encanta agitarlo para hacerlo sonar y ver cómo se sueltan de la anilla las tarjetas. Ha sido una gran idea que nos servirá más adelante para aprender nombres y parentescos.
:)))))
¡besos y arrechuchos!
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